lunes, 19 de mayo de 2008

Gobernacion Y Gobernadores En El Siglo Xviii.

Se caracterizó este siglo por el carácter absolutista y centralizador de la Corona española bajo la dinastía de los Borbones. Los monarcas conservaban todo el poder y lo robustecían reconcentrando en sus manos las atribuciones que algunos de sus antecesores se habían dejado arrebatar. Respecto del gobierno americano, los reyes y sus ministros prestaron más cuidado en la elección de los funcionarios a quienes se les encargaba el mando de las colonias, y se desplegó un laudable interés en cimentar toda la administración bajo la base de la probidad y el interés público. La Gobernación de Chile fue en este aspecto particularmente afortunada. La mayoría de los gobernadores nombrados por la casa de Borbón, fueron bien intencionados y algunos destacaron por su prudencia, su lealtad y por notables trabajos de utilidad pública. El rey eligió al mayor número de ellos entre los funcionarios que habían servido algunos cargos en América, y que acreditados por sus servicios, fueron colaboradores prudentes y empeñados en la obra de reorganización. Contribuyeron a regularizar la administración robusteciendo sus atribuciones y sobre todo favoreciendo el desarrollo del comercio y la industria, aspecto fundamental de la política Borbónica. Independientes de la autoridad del virrey, poco a poco llegaron a depender del soberano directamente. Se acentuó esta independencia respecto del virreinato del Perú, con la creación del sistema de Intendencias en Chile en 1786. La independencia dada a los gobernadores de Chile los eximía de tutelaje de los virreyes del Perú, pero quedaban siempre sometidos al juicio de residencia, sin embargo como la administración se había regularizado y su dirección estuvo confiada a hombres prudentes y experimentados, los juicios de residencia pasaron a ser una simple fórmula, porque o no había quienes se presentasen como acusadores, o las acusaciones versaban sobre asuntos de reducida importancia.A) La acción de los gobernadores: A diferencia del siglo anterior, éste se caracteriza porque la guerra de Arauco dejó de ser la preocupación predominante. Con la influencia de las ideas del Despotismo Ilustrado surgió la preocupación en favor del desarrollo de las obras públicas y del fomento del comercio, la industria y la cultura.Entre los gobernadores más destacados cabe mencionar a los siguientes:Antonio Manso de Velasco (1737-1745): Protegió el comercio chileno y preocupado por el problema de la dispersión de la población en los campos, echó las bases de varios pueblos. Surgieron así San Francisco de la Selva (Copiapó), San Felipe el Real, Melipilla, Rancagua, San Fernando, Curicó, Talca, Nuestra Señora de las Mercedes de Tutubén (Cauquenes), y Los Angeles.Domingo Ortiz de Rozas (1745-1755): Continuó con la política de fundaciones, Quirihue, Coelemu, La Florida, Petorca, Casablanca y La Ligua; estimuló el comercio del trigo y en su período se inauguró la Real Universidad de San Felipe y comenzó a funcionar la Casa de Moneda.Ambrosio O’Higgins. (1788-1796): De origen irlandés, fue nombrado gobernador después de una brillante carrera militar y administrativa donde uno de los más importantes cargos que ocupó fue el de Intendente de Concepción. Después de desarrollar una brillante carrera militar y administrativa este irlandés pasó del cargo de Intendente de Concepción a ocupar el cargo de Gobernador de Chile. O´Higgins visita personalmente el norte de territorio a fin de imponerse de los problemas, las necesidades y las condiciones en que haría las reformas agrícolas e industriales tendientes al progreso local. Producto de esta jornada fue la supresión de la encomienda(1789) y el surgimiento de nuevas villas: San Rafael de Rozas (Illapel), San Ambrosio de Vallenar y Los Andes. Esta labor continúa con la creación de San José de Maipo, Nueva Bilbao (Constitución), Linares, Parral, se repobló Osorno y se decretó la nueva fundación de la Ligua.Entre las obras públicas sobresalen la construcción de los tajamares del Mapocho, el empedrado de la ciudad y la construcción de un nuevo camino entre Santiago y Valparaíso. Respondió eficientemente a los encargos de la corona de fortalecer los puertos frente a un posible conflicto con Inglaterra y considerando que era importante conservar la amistad del pueblo aborigen celebró a principios de 1793, en el Campo de Negrete, un parlamento con los caciques araucanos en el que se adoptaron varios acuerdos de importancia. Sin duda siendo un fiel representante del Despotismo Ilustrado español, O´Higgins culminará su carrera con el nombramiento de Virrey del Perú en 1796.

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